Cambiar de carrera: cómo reinventarse profesionalmente a cualquier edad

Fecha

14 octubre 2024

Reinventarse en el mundo del trabajo puede representar una oportunidad extraordinaria de crecimiento personal y profesional.

Ya sea por elección o por necesidad, la renovación profesional ofrece la posibilidad de enriquecer la propia trayectoria laboral, con un perfil relevante.

Cambiar completamente de trabajo: una decisión no tan rara

Reinventarse profesionalmente ha dejado de ser una decisión poco habitual para convertirse en una etapa natural en la trayectoria laboral de muchas personas, independientemente de la edad o de la fase de la vida en la que se encuentren. El deseo de alinear la propia carrera con pasiones, valores y aspiraciones personales puede surgir en cualquier momento, ya sea a la hora de buscar un trabajo más significativo, al explorar sectores profesionales diferentes o cuando hay que abordar nuevos retos. Al mismo tiempo, la evolución tecnológica en constante progreso puede reducir la demanda en determinados sectores, lo que empuja a los profesionales a reinventarse para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado y encontrar nuevas oportunidades profesionales.

Este cambio puede conducir a una mayor satisfacción y realización personal y suponer una mayor seguridad laboral a largo plazo. Sin embargo, hacer frente a un cambio de carrera no es fácil y requiere valentía, planificación y una fuerte determinación.

Evaluar las pasiones y las competencias

Para emprender un cambio de carrera es fundamental partir de una profunda reflexión sobre las pasiones, los valores y las metas vitales. Este proceso de autodescubrimiento o de redescubrimiento es importante para tomar decisiones meditadas y centradas sobre el propio futuro profesional.

«¿Qué es lo que realmente me entusiasma? ¿Qué actividades me hacen perder la noción del tiempo?». Son preguntas que pueden revelar pasiones ocultas o intereses descuidados que podrían convertirse en el centro de una nueva carrera. Al mismo tiempo, es importante reflexionar sobre las propias competencias transferibles: habilidades desarrolladas durante la carrera profesional que pueden aplicarse en distintos contextos laborales.

Por ejemplo, un gestor de redes sociales con excelentes dotes organizativas podría optar por convertirse en gestor de proyectos. En este puesto, se daría valor a sus aptitudes para gestionar equipos, cumplir plazos y coordinar recursos. Al mismo tiempo, su creatividad y capacidad de comunicación resultarían muy valiosas para dirigir proyectos complejos.

El objetivo, por tanto, consiste en encontrar un punto intermedio entre lo que amamos y lo que hacemos bien, para sentar las bases de una carrera satisfactoria desde todos los puntos de vista.

Explorar las opciones profesionales

Plataformas como LinkedIn ofrecen la oportunidad de explorar distintas opciones laborales, pero también de conectar con profesionales del sector y seguir a empresas de interés. ¿Cuáles son las funciones más demandadas? ¿Cuáles son las competencias más importantes? Tener una visión general del contexto laboral actual también es importante para saber cómo optar por un posible curso de actualización o por una formación específica para complementar el propio CV.

En esta fase, también cabe plantearse iniciar una nueva carrera como autónomo o abrir un negocio. Estas opciones permiten gestionar la trayectoria profesional de forma independiente, pero también plantean retos como la gestión de las finanzas y la búsqueda de clientes. Se trata, por tanto, de un camino que requiere una cuidadosa consideración pero que puede ofrecer grandes satisfacciones.

Crear un plan de acción

Una vez identificada la dirección a seguir, es crucial diseñar un plan de acción detallado que sirva de hoja de ruta para el cambio de carrera y de guía a través de las distintas etapas del proceso.

Un plan de acción eficaz debe incluir:

  • objetivos claros y realistas a corto y a largo plazo
  • etapas intermedias con plazos específicos
  • acciones concretas para alcanzar cada objetivo
  • recursos necesarios (formación, redes, financiación)
  • potenciales obstáculos y estrategias para superarlos

Por ejemplo, si el objetivo es convertirse en interiorista, el plan podría incluir:

  • matricularse en un curso especializado en diseño de interiores
  • aprender a usar programas de diseño en 3D como AutoCAD o SketchUp
  • la creación de una cartera de proyectos conceptuales
  • la búsqueda de oportunidades de práctica en estudios de arquitectura o empresas de decoración

Asimismo, es importante prepararse desde el punto de vista financiero para hacer frente a posibles períodos de transición. Esto podría significar reducir gastos no esenciales o explorar opciones de trabajo a tiempo parcial durante la fase de cambio si no se tiene la posibilidad de conservar el empleo actual mientras se busca una nueva carrera.

Crear una red de apoyo

Crear una red de apoyo es fundamental al afrontar un cambio de carrera. Es oportuno comenzar por identificar a personas que puedan ofrecer consejos y motivación, como colegas (actuales o anteriores), amigos o mentores. Participar en eventos del sector y unirse a grupos sociales de interés puede ser útil para ampliar la red, obtener consejos útiles y descubrir las últimas tendencias.

Es importante recordar que la creación de redes es un proceso bidireccional. No se trata únicamente de recibir ayuda, sino también de ofrecer la propia contribución. Compartir las propias competencias y ofrecer apoyo contribuye a construir relaciones más sólidas y duraderas. Este enfoque recíproco puede abrir nuevas puertas y crear oportunidades inesperadas incluso durante el proceso de cambio de carrera.

Gestionar los retos y las incertidumbres

Es normal experimentar ansiedad o tener dudas durante un cambio de carrera, pero es fundamental mantener una visión positiva para afrontar con éxito los retos y conservar la motivación a lo largo del camino. Es importante recordar que hay que celebrar incluso los pequeños logros, como la obtención de una certificación, y aceptar con paciencia los momentos de frustración.

Ser flexibles y estar dispuestos a aportar correcciones al plan, si es preciso, es otro factor crucial. Los retos y obstáculos son una parte natural del proceso de desarrollo profesional. Afrontarlos con determinación no solo ayuda a superarlos, sino que también contribuye al desarrollo de competencias valiosas para la nueva carrera.

La formación: una inversión visionaria

El éxito en una trayectoria de cambio de carrera no se mide únicamente por la consecución del objetivo final, sino también por el crecimiento personal y profesional que se tiene a lo largo del camino. Cada reto superado y cada competencia adquirida contribuyen de manera significativa al propio desarrollo profesional y enriquecen el bagaje de experiencias y capacidades.

Invertir en formación permite hacer frente a estos cambios con mayor tranquilidad y preparación y abre nuevas perspectivas y posibilidades. Si estás buscando la trayectoria de formación adecuada para un cambio de carrera, los cursos del IED representan una oportunidad concreta para crecer profesionalmente en distintos sectores, proporcionando las herramientas necesarias para entrar con éxito en el mundo laboral moderno.

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