Explorando el potencial creativo de las pompas de jabón: un viaje de aprendizaje práctico al mundo del diseño y la innovación en la Escuela de Diseño de IED Rome.
Fecha
10 mayo 2018
Explorando el potencial creativo de las pompas de jabón: un viaje de aprendizaje práctico al mundo del diseño y la innovación en la Escuela de Diseño de IED Rome.
La escuela de Diseño de Producto e Interiores de IED Roma invierte sus energías y recursos en ofrecer a los estudiantes un ambiente de aprendizaje práctico-experimental, en el que la experiencia y el conocimiento puedan aumentar con el desarrollo de proyectos concretos. Los instrumentos, laboratorios y la posibilidad de desarrollar actividades prácticas son, para nosotros formadores-diseñadores, una condición fundamental para trabajar de manera eficaz y profunda junto a los estudiantes. Nuestro empeño se dirige sobre todo a proponer actividades de laboratorio que nos permitan desarrollar métodos eficaces de enfoque hacia el proyecto y la innovación, pero también para enfrentarnos con los retos y cambios de la contemporaneidad.
La forma líquida es un ejemplo de actividad que hemos propuesto a los chicos del primer año de Diseño de Producto y pensada para ayudarlos a comprender temas complejos, como la experimentación práctica, la innovación, el diseño sistemático, la sostenibilidad y la creatividad. Se trata de una búsqueda del diseño inspirado en el comportamiento de las pompas de jabón;
Sumergiendo estructuras filiformes en el jabón líquido, es posible observar cómo el jabón se adhiere a ellas asumiendo características formas sutiles y transparentes, complejas pero regulares. Se trata de superficies elásticas que, para resistir y no reventar, se contraen, reduciendo al mínimo el área expuesta a riesgos externos. Este comportamiento muestra cómo el jabón parezca tener una especia de inteligencia vital o instinto de supervivencia.
Las observaciones sobre el comportamiento de las pompas de jabón no son precisamente recientes. En los años sesenta, el arquitecto Frei Otto condujo una importante investigación basada en la observación del comportamiento del jabón, llegando a desarrollar formas arquitectónicas de complejidad y aspecto asombrosos, como el célebre trabajo de cobertura del estadio olímpico de Múnich.
En geometría diferencial, se les llama superficies mínimas o minimales. Encontrar la superficie de área mínima que tenga como borde un cierto número de curvas cerradas en el espacio ha tomado el nombre de problema de Plateau y se ha convertido, de hecho, en un problema de matemática pura que no ha sido explorado en toda su dimensión. También se pueden observar superficies mínimas y sistemas organizados en otras numerosas manifestaciones de la naturaleza. Es interesante descubrir cómo de la infinitamente pequeñez de una molécula a la infinitamente grandeza de una galaxia, parecen repetirse reglas de organización y comportamiento parecidos a los de las pompas de jabón.
Para las relativas disciplinas, el comportamiento del jabón siempre ha sido, y sigue siéndolo, una fuente de fascinación e inspiración:
¿Cómo pueden mostrársenos las pompas de jabón, siempre y en todos los resultados, hermosas y fascinantes? ¿Puede que sean la causa de esa regularidad armoniosa que nos encontramos en muchísimas expresiones del arte ya desde la Antigüedad? ¿Puede que nos gusten porque las relacionamos con la percepción que tenemos de formas no artificiales, sino naturales? De hecho, nos encontramos con los mismos principios, formales y funcionales, en tantas manifestaciones naturales como en los corales, las flores, las galaxias y las moléculas. ¿O nos fascina esa transparencia y fragilidad que no podemos poseer porque ningún otro material nos permite que sea permanente?
En la didáctica, reflexiones como estas nos ayudan a estimular un enfoque curioso y profundo de nuestro trabajo como proyectistas. Nos permiten mostrar cómo el proceso creativo se alimenta de observaciones y de experimentaciones que afectan a nuestra mente y a nuestros sentidos.
Este año les hemos propuesto a los estudiantes la realización de las estructuras con hilos de hierro, algodón y madera, usándolas para crear superficies que podrían dejarnos imaginar formas de objetos. Los hemos retado, pidiéndoles que realizasen estructuras filiformes sobre todo hermosas a la vista y, a continuación, capaces de dar forma a superficies de jabón también atractivas y capaces de sorprender por su inesperada aparición. Por último, las superficies deberían permitir que intuyamos ideas de productos de aspecto innovador. Pero llegar a pensar en la forma de una superficie modelando la estructura que se sumerge en el jabón, es por sí sola una operación dificilísima. Es todavía más complicado hacer que esa superficie se asocie a un producto con un aspecto innovador. Podemos considerar estos tres elementos: estructura filiforme, superficie de jabón y forma de producto, como fuertemente interrelacionados entre sí por vínculos difícilmente controlables. Una intervención creativa sobre uno de los elementos tiene consecuencias sobre el resultado de los otras dos. Para responder a las peticiones del practicante, es necesario un enfoque articulado: pensar con un enfoque que nosotros buscamos. El funcionamiento de la idea o proyecto, no depende solo de sus características, sino de cómo interactúa dentro de un «sistema» más complejo que lo condiciona y por el que está condicionado.
Pero ¿cuál es el método que se debe adoptar para gestionar esta complejidad? Esta, es una pregunta a la que no sabemos dar una respuesta cierta. Pero proponemos estas actividades para enfrentarnos al tema y buscar soluciones.
Superada la larga fase de investigación y observación, la mayor parte de los estudiantes ha empezado siguiendo un método lineal: de la idea de un producto o estilo clara hasta la forma de las estructuras filiformes, o incluso del buen dibujo de un cierto tipo de superficies de jabón para después intentar hacer funcionar todo lo demás. Algunos de ellos han insistido en este recorrido manteniendo con fuerza la idea inicial, esforzándose en hacer funcionar los resultados a lo largo de todo el recorrido de desarrollo del proyecto. Por ejemplo, un estudiante muy involucrado ha declarado desde el inicio que quería idear un zapato con un diseño innovador. Después de varias pruebas ha conseguido obtener una forma parecida a un zapato hecho de superficies de jabón. Ha sido un resultado con un aspecto principalmente innovador e interesante. Pero no ha sido capaz de controlar las consecuencias. No consiguiendo obtener el aspecto deseado con una solución sencilla, ha querido crear una estructura llena de hilos de hierro, necesarios para vincular las superficies. El resultado ha sido una especie de jaula, ella misma, con aspecto de zapato. Así, ha renunciado a la belleza del efecto sorpresa que, por su parte, pedíamos mantener y que caracteriza el trabajo con el jabón.
Costándole obtener resultados, la mayor parte de los chicos se ha dejado llevar en una producción masiva de experimentos, pasando de un argumento a otro de manera aparentemente casual. Producían formas con el hilo, las sumergían, las observaban, razonaban sobre productos que los hacían pensar en otras superficies para después intentar realizarlas con las estructuras nuevas, en un proceso continuo y no lineal. Han reconocido ellos mismos que era el método más eficaz. Seguramente, son el grupo que nos ha devuelto más riqueza en términos de cantidad y calidad de los resultados. En la búsqueda de métodos de aprendizaje, a este se le llama enfoque adaptativo y evolutivo. Nos hemos puesto de acuerdo en considerarlo, hasta ahora, el método más eficaz, aunque resulta fortuito, de enfrentarnos a la ejercitación. Pero las numerosas pruebas han dado lugar a un consumo de energías considerablemente alto. Los chicos se han cansado más de lo debido, perdiendo, a veces, la objetividad y el sentido del trabajo que estaban realizando.
Algunos estudiantes han conseguido obtener resultados muy interesantes. Centrándose en el mínimo esfuerzo y, por lo tanto, en la sencillez, han decidido partir de formas elementales haciendo, a continuación, pequeñas intervenciones de transformación. No han obtenido nada particularmente innovador, pero sus propuestas han conseguido convencer porque estaban bien controladas en los tres ámbitos. Discutiendo ha surgido cómo, efectivamente, cuanto más completo sea un sistema, más conviene que sea progresiva y discreta la intervención de la innovación. Pero por otra parte, esto nos permite razonar sobre cómo contextos menos condicionados por sistemas complejos pueden resultar más fértiles para nuestro trabajo como creativos. Por lo tanto, cómo nos podría convenir buscar e intervenir sobre todo en dichos contextos.
Hemos observado con interés el trabajo de los estudiantes y, sobre todo, cuáles eran sus reacciones durante toda la actividad. Nos gustaría contar con instrumentos cada vez más precisos y objetivos para valorar los efectos, sobre todo a largo término, entendiendo si estamos trabajando en la dirección correcta. Una futura investigación podría aprovechar el desarrollo de los canales de intercambio que se están consolidando dentro del sistema IED, para poder trabajar de manera sinérgica con varios formadores y tener un debate más amplio. Pero podemos decir con certeza cuánto han comprendido los chicos y que comparten nuestro modo experimental, pero guiado de trabajos en el laboratorio de Modelística.
Autor: Mauro Del Santo