Metodología del pensamiento visual para mejorar el aprendizaje

Fecha

22 abril 2024

El pensamiento visual es un enfoque que, a través del uso de herramientas gráficas, imágenes y visualizaciones, ayuda a simplificar los conceptos, el aprendizaje y la memorización, haciendo que la información resulte más clara y directa.

¿Qué es el pensamiento visual?

El pensamiento visual, llamado también «aprendizaje visual» o «pensamiento de imagen», y visual thinking en inglés, es una técnica de comunicación que emplea imágenes, símbolos y dibujos para organizar y compartir ideas y conceptos, y facilitar así el aprendizaje y la resolución de problemas. Este método aprovecha la capacidad natural de memorizar de forma más eficaz lo que «vemos» con respecto a lo que leemos o escuchamos.

La capacidad de traducir proyectos, incluso de forma íntegra, al lenguaje visual es esencial para materializar la comunicación y facilitar el intercambio de información, potenciando así la creatividad, la innovación y la velocidad de aprendizaje.

Ventajas del pensamiento visual

La metodología del pensamiento visual consta de una primera fase dedicada a la creatividad pura, y una segunda fase en la que la idea o las ideas iniciales se plasman en forma de dibujo, mapa conceptual o Power Point.

Entre las distintas ventajas, el pensamiento visual:

-          Favorece la comprensión de conceptos complejos
 A través de imágenes y diagramas, el pensamiento visual ayuda a eliminar las barreras cognitivas, para llegar a una comprensión más rápida y profunda. Los diagramas, mapas conceptuales e ilustraciones transforman datos complejos en formas y colores fácilmente interpretables, lo que permite realizar asociaciones rápidas entre las distintas partes de un tema y tener una visión general más clara.

-          Mejora la memorización
Las representaciones visuales estimulan varias áreas del cerebro al mismo tiempo, lo que ayuda a fijar procesos e ideas en la memoria y mejora el recuerdo a largo plazo. Las imágenes, los diagramas y los mapas mentales refuerzan el recuerdo de la información y facilitan su recuperación posterior. Además, las imágenes suelen evocar emociones, lo que puede anclar aún más la información en la memoria.

-          Mejora el interés en las presentaciones y reuniones
Estas técnicas hacen que las presentaciones y reuniones resulten dinámicas e interesantes, por lo que captan la atención de los participantes y mejoran la comunicación general. El uso de elementos visuales mantiene la atención y fomenta una cooperación más activa, para que los presentes se sientan más partícipes y propensos a contribuir.

-          Estimula la creatividad y la resolución de problemas
El uso de esquemas e imágenes estimula la generación de nuevas ideas y promueve soluciones creativas a problemas existentes, lo que facilita las lluvias de ideas y la innovación. Visualizar los problemas y las posibles soluciones a través de diagramas de flujo, mapas mentales o bocetos puede ayudar a ver conexiones que no serían evidentes solo con el texto escrito. Este enfoque visual permite explorar diferentes perspectivas, fomentando un pensamiento más flexible e innovador.

-          Optimiza la productividad
Visualizar los objetivos y prioridades a través de mapas y gráficos garantiza la sintonía entre los miembros del equipo, lo que facilita la colaboración y el enfoque en los objetivos comunes. Las herramientas visuales proporcionan una visión clara y compartida de las tareas, los plazos y las responsabilidades. Esto mejora los flujos de trabajo y la comunicación dentro del equipo y ayuda a identificar rápidamente los posibles «cuellos de botella» o áreas que requieren atención, con lo que se optimiza la eficiencia general.

Cómo aplicar el pensamiento visual

El pensamiento visual se vale de una variedad de técnicas y herramientas visuales que transforman por completo la forma en la que aprendemos, trabajamos y comunicamos nuestras ideas. Algunas de las técnicas más comunes para potenciar la eficacia en la representación y la comprensión de la información son:

-          Mapas mentales: son diagramas que representan las relaciones entre distintos conceptos a partir de una idea central. Pueden utilizarse para las lluvias de ideas o para organizar la información de forma clara y ordenada.

-          Diagramas: son esenciales para representar los procesos o flujos de trabajo. A través de esta técnica se pueden ilustrar procedimientos complejos de forma sencilla y lineal, y facilitar la comprensión de las operaciones y la secuencia de las acciones.

-          Bocetos y dibujos: ayudan a visualizar conceptos y soluciones y estimulan la creatividad y la innovación. En un taller de dibujo, por ejemplo, se pueden emplear bocetos para explorar distintas opciones de realización, lo que permite al equipo ver claramente todas las posibles alternativas.

-           Guiones gráficos: son secuencias de imágenes que cuentan una historia o ilustran una serie de eventos, útiles en la planificación de presentaciones, vídeos o campañas publicitarias, donde es esencial tener claro el impacto visual antes de la realización efectiva.

Pensamiento visual y aprendizaje activo

El pensamiento visual combina a la perfección con metodologías de aprendizaje activo como el «aprendizaje práctico» y el «aprendizaje cooperativo» para ofrecer un enfoque dinámico e interesante en relación con la educación y el trabajo en equipo.

En el aprendizaje práctico, por ejemplo, el pensamiento visual ayuda a tener claros los pasos del proceso o los resultados de un experimento, haciendo que la experiencia resulte más concreta y memorable. En cambio, en el aprendizaje cooperativo, centrado en la colaboración y el intercambio de ideas, la comunicación y la integración de distintas perspectivas se simplifican y se hacen más eficaces. Al crear una representación visual común, los miembros del grupo pueden ver literalmente cómo encajan sus ideas, lo que propicia una comprensión más profunda y un compromiso colectivo para con los objetivos compartidos.

De esta forma, el pensamiento visual no solo enriquece el aprendizaje individual, sino también el cooperativo, puesto que permite transformar las sesiones educativas en experiencias más interactivas y productivas.

El pensamiento visual en los cursos del IED

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