Año académico
2020
Frequenza propone acercar el mundo natural a través de un espacio concebido como clínica de plantas y taller educativo.
Pensado para recuperar el invernadero del Parque de la Ciutadella, el diseño contempla una fachada inteligente que transformaría la elevada contaminación acústica de la zona en en frecuencias de entre 10 a 100 hercios. Dichas frecuencias serían responsables de sanar las plantas que los ciudadanos llevaran al centro.
Junto a esta función, la estudiante ha diseñado otro espacio dedicado a taller para el estudio en mayor profundidad del mundo vegetal, y un bar situado en la zona de entrada para saborear diferentes aguas del planeta.