Desde la tecnología ponible hasta el internet de las cosas, el diseño se cose a nuestros cuerpos como una prenda que nos da acceso a multitud de servicios personales. El pensamiento de diseño es el método que permite a los diseñadores de objetos, espacios y servicios centrarse siempre en la persona a la que va destinado el proyecto. La forma en que organizaremos, en un futuro próximo, el espacio y la galaxia de los objetos que nos rodean jugará un papel crucial para trazar un nuevo rumbo para toda la humanidad: garantizar a todo el mundo un entorno más justo, más equitativo, más seguro y respetuoso con el planeta que generosamente nos acoge.