Esta iniciativa busca crear un vínculo emocional entre los niños y la pintura a través de objetos cotidianos como camisetas o cuadernos
Fecha
08 abril 2025
Esta iniciativa busca crear un vínculo emocional entre los niños y la pintura a través de objetos cotidianos como camisetas o cuadernos
Desde hace más de una década, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza desafía a los estudiantes del Grado de Diseño de Producto del Istituto Europeo di Design, IED Madrid, a reimaginar su obra permanente a través de la creación de productos innovadores para su tienda. Este año, el reto ha dado como resultado una propuesta que está conquistando tanto a pequeños como a adultos: un estampado lúdico, de trazos naíf y colores vibrantes, que reinterpreta una de las obras más emblemáticas de la pinacoteca.
La respuesta la tiene Aurora Tejero (Madrid, 2001), la joven alumna del Grado de Diseño de Producto en el IED Madrid que ha dado vida a un estampado inspirado en Joven caballero en un paisaje, de Vittore Carpaccio, con un enfoque inesperado: el público infantil.
Para los expertos, Carpaccio es sinónimo de arte renacentista veneciano; para un niño, su obra puede ser "el cuadro del caballo con cuadros". Con esta visión fresca y espontánea, Aurora ha transformado un clásico en un lenguaje visual accesible para los más pequeños. “El arte no debería ser un espacio exclusivo para adultos. Los niños pueden disfrutarlo y relacionarse con él si lo adaptamos a su universo”, explica la joven diseñadora.
Con una estética que evoca los dibujos infantiles y la textura de la tiza, este diseño busca generar un vínculo emocional entre los niños y el museo. A través de objetos cotidianos –camisetas, cuadernos, textiles– los pequeños podrán reconocer elementos del cuadro cuando visiten el museo, convirtiendo la experiencia en un juego de descubrimiento y conexión con el arte.
Aurora defiende que acercar el arte a los niños desde temprana edad no solo despierta su creatividad, sino que también fortalece su relación con la cultura y la historia. “A menudo nos encontramos con adultos que no disfrutan del arte porque nunca tuvieron contacto con él de niños. La clave es hacerlo accesible, divertido y parte de su día a día”, señala.
Beatriz Amann, directora académica del IED Madrid, destaca: “que nuestros alumnos vean su trabajo reflejado en un escaparate tan importante como la tienda del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza es una oportunidad única. A través de esta iniciativa, pueden encontrar inspiración en cualquiera de sus icónicas obras para dar rienda suelta a su creatividad y diseñar un producto completamente nuevo, aportando su visión renovada como nueva generación de diseñadores”.
“El Museo Thyssen siempre busca nuevas formas de acercar el arte a todos los públicos, y esta colección es un ejemplo perfecto de cómo el diseño puede conectar a los más pequeños con nuestra colección. Creemos que convertir una obra clásica en un estampado infantil no solo es una propuesta innovadora, sino también una manera de hacer que la visita al museo sea más cercana y significativa para ellos”, subraya Ana Cela, directora de Publicaciones, Tienda-Librería en Fundación Colección Thyssen-Bornemisza. También recuerda que “este proyecto con el IED Madrid es importante para el Museo, ya que supone dar una oportunidad a los diseñadores emergentes a que puedan trabajar en un proyecto real, que va de la idea a la creación y puesta a la venta de unos productos”.
En un mundo donde la inteligencia artificial y la tecnología dominan la creación visual, Aurora ha optado por un camino contrario: reivindicar la espontaneidad y la imperfección del dibujo infantil. “Cada vez me inclino más hacia técnicas manuales y orgánicas. En una era digital, lo hecho a mano tiene más valor que nunca”, afirma la alumna del IED Madrid.
Con este proyecto, Aurora ha logrado que un cuadro de 1.510 cobre vida en el presente, porque el arte, más que una disciplina, es un lenguaje universal que ahora también habla en clave infantil.
La colección ya está disponible en la tienda física y online del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. ¿Preparados para descubrir el arte con ojos de niño?