La narrativa visual es una práctica que ha evolucionado a la par que el ser humano. Desde la antigüedad, hemos sentido la necesidad de comunicar y hablar de nosotros mismos, y para hacerlo hemos recurrido a la narración visual, oral y textual.
Fecha
04 diciembre 2023
La narrativa visual es una práctica que ha evolucionado a la par que el ser humano. Desde la antigüedad, hemos sentido la necesidad de comunicar y hablar de nosotros mismos, y para hacerlo hemos recurrido a la narración visual, oral y textual.
La narración a través de imágenes fue anterior a las demás formas de comunicación. Solo hay que pensar en el arte rupestre o en los jeroglíficos egipcios para darse cuenta de que desde siempre nos hemos aventurado en el arte de la narración visual, combinando el poder evocador de las imágenes con una estructura narrativa.
Hoy en día, este enfoque ha alcanzado su máxima expansión, que se traduce en competencias que serán esenciales para hacer frente a los retos profesionales del mañana.
La narrativa visual es un proceso a través del cual se desarrolla la narración de un relato con ayuda de elementos visuales como imágenes y vídeos.
No se limita a la narración en sí, sino que se fija un objetivo bien preciso. Puede emplearse como preparación para el cumplimiento de una llamada a la acción, puede servir para acompañar al usuario a lo largo de una trayectoria de compra, o puede apuntar a emocionar y a cautivar en relación con un tema, un producto o una marca.
¿Por qué es tan importante la práctica de la narrativa visual?
La comunicación visual es inmediata, comprensible y eficaz: el cerebro humano procesa la información visual 60.000 veces más rápido que la información textual. Tardamos solo 13 milisegundos en elaborar una imagen y el 90 % de la información que recibe nuestro cerebro es de tipo visual (de hecho, estamos dotados de una memoria narrativa).
Otra ventaja de la comunicación a través de imágenes es la duración del recuerdo: al cabo de tres días conseguimos recordar el 10 % de la información de un texto, pero si esta se asocia a una imagen, la proporción sube al 65 %.
La hipótesis para diseñar una estrategia eficaz de narrativa visual consiste en conocer a fondo la propia marca o el propio producto. ¿Cuáles son los valores que queremos comunicar y qué mensaje queremos transmitir a los usuarios?
Una identidad de marca sólida y un público objetivo bien definido son, por tanto, las bases sobre las cuales construir una estrategia de comunicación.
El primer elemento que hay que tener en cuenta a la hora de planificar un proyecto de narrativa visual tiene que ver con la historia que se quiere contar. ¿Qué es lo que la hace memorable o, por lo menos, reconocible? ¿Y cuál es el esquema narrativo más eficaz para alcanzar el objetivo?
Otro aspecto que hay que definir concierne a las sensaciones que se quieren despertar en el público. ¿El relato busca inspirar, informar o emocionar?
Las emociones están estrechamente relacionadas con el uso estratégico de los colores, los cuales son fundamentales para reforzar el mensaje y lograr una narración más expresiva.
El último consejo consiste en simplificar el esquema narrativo para eliminar elementos innecesarios o posibles distracciones.
El usuario no solo debe comprender fácilmente el mensaje y las imágenes, sino que además debe reconocerse en el contexto que se le propone. La posibilidad de reconocerse lleva a la identificación y al sentido de pertenencia, que determinan la eficacia de cada estrategia de narración.
La narrativa visual se puede aplicar a cualquier sector, si bien en los ámbitos del diseño, la moda, la restauración, la belleza, la automoción y los viajes ya se ha hecho indispensable.
Los departamentos específicos dentro de una empresa en los que se estructura e implementa esta estrategia de comunicación son los de marketing y publicidad.
Para estructurar una estrategia eficaz de narrativa visual, tenemos que preguntarnos qué puede captar la atención del público y cautivar la esfera emocional. Una planificación creativa y, al mismo tiempo, coherente es fundamental para construir una narración visual de impacto.
Las fases principales con las que se estructura una actividad de narrativa visual son:
1. Definición del objetivo: ¿cuál es la finalidad de la actividad y qué acción nos esperamos de nuestro público objetivo?
2. Definición del público objetivo: a quién nos dirigimos, cuáles son sus necesidades y de qué emociones servirnos son datos que hay que tener en cuenta antes de pasar a la fase creativa.
3. Creación del concepto: identificar el núcleo de la narración en torno al cual hacer girar todo el relato. Llegados a este punto, nos habremos hecho ya una idea clara sobre el formato que tendrá el contenido (estático, animado, infográfico, fotográfico, etc.).
4. Estructura y planificación: definición del esquema narrativo (¿es lineal, no lineal o adaptativo?) y creación de un guion gráfico. En esta fase se planifica la secuencia en la que los elementos visuales se relacionan entre sí para dar vida a la narración.
5. Selección o creación de los elementos visuales: ¿qué fotos, gráficas, imágenes o vídeos necesitamos para componer la historia? En este paso se crean desde cero o se seleccionan si ya existían.
6. Creación de los elementos textuales: redacción del texto que, ya sea escrito o recitado, acompañará la parte visual.
7. Distribución y difusión: si se ha pensado en determinadas plataformas para la difusión del contenido, se contemplará la adaptación del formato en función del canal y se planificará el lanzamiento con actividades de publicidad de apoyo.
Los recursos para diseñar una actividad de narrativa visual pueden variar en función de la complejidad del proyecto y del tipo de medios que se desea utilizar.
Según el tipo de formato, los principales son:
· Herramientas para el diseño visual come Adobe Photoshop, Illustrator o herramientas online para la creación de infografías y otros contenidos visuales.
· Archivos de imágenes sin derechos de autor como Shutterstock, Unsplash o Pixabay para buscar fotos e imágenes de alta calidad.
· Herramientas de edición de vídeo come Adobe Premiere, Final Cut Pro, iMovie.
· Herramientas para crear guiones gráficos y planificar el flujo narrativo, como Figma, Trello, Miro y Storyboard That.
El dominio de estos recursos es útil para crear narrativas visuales que cautiven, si bien el papel central lo desempeña la competencia técnica de quienes participan en el proyecto.
Según el tipo de medio que se desea crear, se requerirán figuras verticales en diseño gráfico, realización de vídeos, fotografía, animación, ilustración, diseño y copywriting.
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La narrativa visual es materia de estudio en muchas de nuestras trayectorias formativas: